Se entiende Colonialismo como «la extensión del dominio de un país (metrópoli) sobre unos territorios (colonias) para su explotación económica«, es decir, el dominio, establecido y mantenido durante largo tiempo, sobre un país extranjero, separado de la potencia dominante a la que se halla subordinado. Este concepto nació para designar la dominación sobre gente de otra raza; más específicamente, el dominio o control político directo por países europeos o de origen europeo, sobre pueblos asiáticos o africanos.
Los imperios coloniales existieron desde la Edad Moderna con el descubrimiento europeo de América (1492) y la colonización de dicho continente por España y Portugal y posteriormente por Inglaterra-Gran Bretaña, Francia y las Provincias Unidas (Holanda/Países Bajos). Esta expansión coincide con el auge del mercantilismo o primer capitalismo y el intercambio comercial y explotación minera del oro y la plata americanos en paralelo con el terrible y cruento mercado de esclavos africanos que proporcionó grandes riquezas a las naciones europeas y a la explotación de las poblaciones indígenas americanas. Todo ello ocurre entre los siglos XVI y XVIII.
En el siglo XIX dichos imperios coloniales sufren grandes transformaciones sobre todo en América: los imperios español y portugués decaen y casi desaparecen con el proceso de independencia de sus colonias que fue consecuencia indirecta de las guerras napoleónicas (entre 1800 y 1815 aproximadamente) y del ejemplo de la guerra de independencia estadounidense o «revolución americana» (1775 y 1783) y la Revolución Francesa (ocurrida entre 1789 y 1799). Ello hace que se desplace el interés por el expansionismo de muchos países europeos hacia otros continentes como el africano, el asiático y Oceanía.
El Colonialismo del siglo XIX fue una consecuencia lógica del desarrollo de la Revolución Industrial. Por un lado, el crecimiento de la industria y la nueva economía capitalista necesitaban territorios, mercados, materias primas… Se exploró el interior de África y se penetró en Asia. El hombre blanco se sentía superior al resto de la humanidad y con derecho a dominarla. Además surgen nuevos estados como Alemania e Italia (fruto de la unificación alemana de 1866 y culminada en 1871 con Prusia a la cabeza y de la unificación italiana de 1861 con el Piamonte como estado protagonista) que intentan emular el ejemplo expansionista del Reino Unido, Francia o Bélgica que buscan nuevos territorios para colonizar y explotar. Se desarrollan extraordinariamente los medios de transporte (locomotora a vapor, barco de vapor), con un enorme desarrollo económico y es el momento de los grandes exploradores europeos por África y de las expediciones geográficas por los confines del mundo por parte de franceses, británicos o alemanes, especialmente en el interior de África.
Las causas de la expansión colonialista de Europa, en el siglo XIX, por el mundo son múltiples:
• El crecimiento de la población europea: En la segunda mitad del siglo XIX la población europea pasó de 300 a 450 millones de personas, gracias a los avances de la Revolución Industrial. Esto provocaba una fuerte presión demográfica sobre los recursos económicos.
• Las necesidades del nuevo sistema económico capitalista europeo: Conseguir materias primas y fuentes de energía baratas, que en Europa escaseaban. Además con el tiempo, los mercados empezaron a dar muestras de saturación. Era preciso, encontrar nuevos mercados, en los que colocar esos capitales.
• Causas políticas: Tras el triunfo de las revoluciones burguesas en Europa, la burguesía fue evolucionando cada vez hacia posturas más conservadoras por miedo a las protestas de las masas populares. Además, las distintas potencias europeas trataban de conseguir el control militar y comercial de las principales rutas marítimas y terrestres, intentando mantener alejados a los rivales del área de influencia de cada nación.
• Factores ideológicos y científicos: Se potenció el fomento de estudios geográficos y antropológicos. Las sociedades geográficas alcanzaron una enorme importancia y contribuyeron a difundir los descubrimientos mediante conferencias y congresos. El darwinismo social, con sus presupuestos sobre la evolución de las especies justificaba el predominio de los blancos.
Durante el siglo XIX se extendieron los grandes imperios coloniales:
• El imperio ruso: quizá el menos conocido pero el mayor en extensión continental. Se ubicaba desde la Rusia europea dominando países o naciones luego independientes como Finlandia, las naciones bálticas, gran parte de Polonia y Rumanía (Valaquia), Besarabia, península de Crimea, hasta el Cáucaso y el Caspio (Armenia, Azerbaiyán), las grandes estepas de Asia central (Kazajistán, Uzbekistán, Turkemenistán…), Siberia hasta el círculo polar ártico alcanzando las costas asiáticas del Pacífico hasta el puerto de Vladivostok, la isla de Sajalín o la península de Kamchatcka e incluso Alaska (hasta 1867) en América del Norte, al otro lado del Estrecho de Bering. También dominó en parte zonas como el sur del Caspio en Persia, parte de China, Mongolia y Manchuria.
· El imperio británico: fue el más conocido e importante y el más extenso junto al anterior, llegando a alcanzar su madurez durante el reinado de la reina Victoria (1837-1901). Sus dominios se extendían por Asia, el Mediterráneo, África, Oceanía y América.
• El imperio francés: era el tercer gran imperio en importancia y extensión. Su máximo impulsor fue Jules Ferry. Se extendía por África, Asia, Oceanía y América.
• Otros imperios coloniales fueron los de Alemania, Italia, Bélgica, Portugal, España y ya al final del siglo se unieron al proceso Estados Unidos y Japón.
Los imperios coloniales, presentaban las siguientes formas de dominación y organización colonial:
• Las colonias de administración directa. Fue el tipo más extendido y en él la explotación económica y política de la población autóctona era muy alto por parte de la metrópoli.
• Protectorados. Fue un modelo utilizado por Francia (Marruecos) y Gran Bretaña (Birmania) por el cual a veces había una autoridad local que ejercía el poder político (aunque era más teórico que real) pero el control de la explotación económica la seguía ejerciendo la metrópoli. Estados Unidos también lo utilizó sobre Cuba, Puerto Rico o Panamá.
• Dominios. En ellos había mayoría de población blanca y llegaron a alcanzar un alto grado de autonomía. Fueron los casos de Canadá, Australia y Nueva Zelanda.
• Territorios metropolitanos. Fue el caso de Argelia con respecto a Francia. Suponía una asimilación del territorio colonial a la metrópoli como un parte más del mismo.
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