lunes, 6 de febrero de 2023

LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL A PROFUNDIDAD. El asesinato masivo de judíos europeos se llevó a cabo dentro del contexto de la Segunda Guerra Mundial. A medida que las tropas alemanas invadían y ocupaban cada vez más territorio en Europa, la Unión Soviética y el norte de África, las políticas raciales y antisemitas del régimen se volvieron más radicales y avanzaron de la persecución al genocidio.

 








Expansión alemana y japonesa

La Alemania nazi y el imperio del Japón desataron la Segunda Guerra Mundial, con la intención de establecer, por medio de la conquista militar, un dominio permanente sobre Europa y Asia, respectivamente. Estas dos naciones fueron los miembros más importantes de la sociedad del Eje, que se basó en el anticomunismo y en la insatisfacción con el orden mundial después de la Primera Guerra Mundial.

Bajo el liderazgo del dictador Adolf Hitler, la Alemania nazi se enfocó en la adquisición de un vasto y nuevo imperio de “espacio vital” (Lebensraum) en Europa Oriental y en la Unión Soviética. El liderazgo nazi calculaba que la realización de la hegemonía alemana en Europa exigiría un conflicto bélico, y comenzó a planificar una guerra europea desde el día en que los nazis subieron al poder a finales de enero de 1933.

El imperio japonés seguía una política de conquista militar con el apoyo de su emperador, la jerarquía militar y muchos miembros de la élite culta que buscaban el dominio y la influencia de Japón en todo el este de Asia y el Océano Pacífico. En 1936, Alemania y Japón formaron un frente anticomunista contra la Unión Soviética. Ese mismo año, la Italia fascista y la Alemania nazi formaron la alianza del Eje, poco después de que Italia terminara su brutal y exitosa conquista de Etiopía.

Japón había iniciado su política de conquistas militares invadiendo el territorio chino de Manchuria en septiembre de 1931. Seis años más tarde, en julio de 1937, Japón invadió el territorio de China y desató la Segunda Guerra Mundial en Asia.

La invasión de Polonia

En 1938 y 1939, Alemania se incorporó Austria y los territorios checos sin tener que recurrir a la guerra. Por medio de un pacto de no agresión, Alemania aseguró la neutralidad de la Unión Soviética, que estaba gobernada por el dictador Joseph Stalin. Alemania invadió entonces Polonia el 1° de septiembre de 1939, con lo que dio inicio a la Segunda Guerra Mundial en Europa.

Como habían permitido que la Alemania nazi destruyera el estado checoslovaco entre una guerra y otra, Gran Bretaña y Francia garantizaron la integridad de las fronteras de Polonia en abril de 1939. Por lo tanto, respondieron a la invasión de Polonia declarándole la guerra a Alemania el 3 de septiembre. En menos de un mes, las fuerzas alemanas y soviéticas conquistaron Polonia y se dividieron el estado polaco.

La invasión de Noruega y Dinamarca

El período de calma posterior a la derrota de Polonia terminó el 9 de abril de 1940, fecha en que las fuerzas alemanas invadieron Noruega y Dinamarca.  Dinamarca se rindió ese mismo día. Noruega resistió hasta principios de junio antes de que las fuerzas alemanas pudieran ocupar todo el país.

La invasión de Europa Occidental

El 10 de mayo de 1940, Alemania comenzó su asalto contra Europa Occidental al invadir Francia y los Países Bajos (HolandaBélgica y Luxemburgo), que eran neutrales. Para finales de mayo, los Países Bajos ya estaban bajo la ocupación alemana. El 22 de junio de 1940, Francia firmó un armisticio con Alemania. El armisticio contemplaba la ocupación alemana de la mitad norte de Francia, y permitió el establecimiento de un régimen colaboracionista en el sur, cuya sede estaba en Vichy. Del 10 de julio al 31 de octubre de 1940, los alemanes libraron, y al final perdieron, una guerra aérea sobre Inglaterra, conocida como la Batalla de Gran Bretaña.

La guerra ruso-finlandesa

De conformidad con los acuerdos de la esfera de influencia establecidos con la Alemania nazi en 1939, la Unión Soviética invadió Finlandia a finales de noviembre de 1939. Tras una amarga guerra de invierno, en marzo de 1940 los soviéticos obligaron a los finlandeses a ceder territorio a lo largo de la costa norte del lago Lagoda al norte de Leningrado (San Petersburgo), y de la costa del Ártico.

Anexiones soviéticas

La Unión Soviética ocupó y se anexó el este de Polonia en 1939. Alentada por los alemanes, la Unión Soviética ocupó los estados bálticos en junio de 1940 y se los anexó en agosto de ese mismo año. Los soviéticos también le quitaron Besarabia y el norte de Bucovina a Rumania a fines de junio de 1940.

Italia entra a la guerra

Italia entró a la guerra el 10 de junio de 1940 e invadió el sur de Francia el 21 de junio. Insatisfecho con la parte del botín que le había tocado a Italia durante las negociaciones del armisticio, el dictador fascista Benito Mussolini atacó Grecia en octubre de 1940 desde Albania (que los italianos habían capturado en abril de 1939). A finales de octubre de 1940, los italianos también atacaron a las fuerzas británicas que estaban en Egipto desde Libia, que estaba bajo control italiano. Ambas aventuras terminaron en desastres militares que requirieron la intervención de Alemania.

Avances del Eje

Alemania incitó a Hungría, Rumania y Eslovaquia en noviembre de 1940, así como a Bulgaria en marzo de 1941, para que se unieran al Eje. En abril de 1941, Alemania —con el apoyo de Italia, Hungría y Bulgaria— invadió Yugoslavia y la desmembró. Para mediados de junio, las potencias del Eje ya habían subyugado a Grecia. Del colapso de Yugoslavia surgió el denominado Estado Independiente de Croacia, bajo la dirección de la organización fascista y terrorista Ustasha. El nuevo estado, que incluía a Bosnia y Herzegovina, se unió formalmente al Eje el 15 de junio. Alemania ocupó el este de Eslovenia, el Bánato serbio y la mayor parte de la misma Serbia. Italia capturó Istria y el oeste de Eslovenia, unió la provincia de Kosovo a Albania y ocupó la costa croata-dálmata y Montenegro. Hungría se anexó Backa, situada en el noreste de Yugoslavia, y Bulgaria ocupó Macedonia y la provincia serbia de Pirot. Después de permitir que Bulgaria ocupara la Tracia griega, Alemania e Italia dividieron a Grecia en zonas de ocupación, con los italianos en el oeste y los alemanes en el este.

La invasión de la Unión Soviética

El 22 de junio de 1941, los alemanes y sus socios del Eje (excepto Bulgaria) invadieron la Unión Soviética en una violación directa del Pacto Alemán-Soviético de agosto de 1939. Finlandia, que buscaba compensación por su derrota en la guerra de invierno de 1939 a 1940, se unió al Eje y a la invasión alemana. Para finales de octubre de 1941, las tropas alemanas ya se habían adentrado profundamente en la Unión Soviética; invadieron los estados bálticos y sitiaron Leningrado en el norte, capturaron Smolensk y marcharon hacia Moscú en el centro, tomaron Kiev (Kyiv) y se acercaron a Rostov, en la desembocadura del río Don, en el sur. El endurecimiento de la resistencia del Ejército Rojo en agosto y de nuevo en noviembre de 1941 impidió que los alemanes tomaran las ciudades clave de Leningrado y Moscú. El 6 de diciembre de 1941, las tropas soviéticas lanzaron una importante contraofensiva que expulsó permanentemente a los alemanes de las afueras de Moscú.

Estados Unidos entra a la Segunda Guerra Mundial

Un día después, el 7 de diciembre de 1941, Japón, que continuaba librando una guerra en la China continental, lanzó un ataque aéreo sorpresa en Pearl Harbor, Hawaii. De inmediato, Estados Unidos le declaró la guerra a Japón. Gran Bretaña hizo lo mismo. El 11 de diciembre, Alemania e Italia le declararon la guerra a Estados Unidos.

La guerra en el Pacífico

Durante el invierno de 1941 a 1942, los japoneses atacaron y conquistaron las Filipinas, la Indochina francesa (Vietnam, Laos y Camboya) y el Singapur británico. Al final de la primavera y principios del verano de 1942, los británicos lograron frenar el avance japonés en Birmania y Estados Unidos derrotó decisivamente a la armada japonesa en Midway, en el Pacífico.  En agosto de 1942, las fuerzas estadounidenses detuvieron en Guadalcanal, en las Islas Salomón, el avance japonés por las islas del Pacífico en dirección a Australia.

El bombardeo aliado de Alemania

En mayo de 1942, la Real Fuerza Aérea británica llevó a cabo un asalto en la ciudad alemana de Köln (Colonia) con mil bombarderos; esta fue la primera batalla en territorio alemán. Durante los tres años siguientes, las fuerzas aéreas aliadas bombardearon sistemáticamente ciudades y plantas industriales de todo el Reich; para 1945, habían reducido a escombros una buena parte de las zonas urbanas de Alemania.

La guerra en el norte de África

A finales de 1942 y principios de 1943, las fuerzas anglo-estadounidenses lograron una serie de importantes triunfos militares en el norte de África. El hecho de que las fuerzas armadas francesas de Vichy no lograran resistirse permitió que los Aliados ocuparan rápidamente los territorios franceses del norte de África hasta la frontera tunecina, a tan solo unos pocos días de haber desembarcado en las costas de Marruecos y Argelia el 8 de noviembre de 1942. Esto también desencadenó la ocupación alemana de la Francia de Vichy el 11 de noviembre de 1942. La victoria británica sobre el Afrika Korps alemán en El Alamein, Egipto, a fines de octubre de 1942, precipitó la huida de las unidades militares del Eje hacia el oeste, atravesando Libia hasta llegar al este de Túnez. Atrapadas en Túnez, las fuerzas del Eje en África, aproximadamente 150.000 soldados en total, se rindieron en mayo de 1943.

La contraofensiva soviética

En junio de 1942, los alemanes y sus socios del Eje reanudaron su ofensiva en la Unión Soviética, y llegaron a Stalingrado (Volgogrado) en el río Volga, con lo que aseguraron la península de Crimea y penetraron en las profundidades de la región del Cáucaso para finales de septiembre de 1942. En noviembre, las tropas soviéticas lanzaron una contraofensiva en el noroeste y suroeste de Stalingrado, que aisló a las fuerzas alemanas en la ciudad. El 2 de febrero de 1943, el sexto ejército alemán se rindió ante los soviéticos. Los alemanes organizaron una ofensiva más en Kursk en julio de 1943, la mayor batalla de tanques de la historia, pero las tropas y los tanques soviéticos desafiaron el ataque y asumieron una iniciativa militar que no volverían a abandonar. Para finales de 1943, los alemanes se vieron obligados a evacuar el Cáucaso y a abandonar Kiev.

Desembarcos aliados en Italia

En julio de 1943, los aliados occidentales desembarcaron con éxito en Sicilia.  Esto precipitó la decisión del Gran Consejo del Partido Fascista Italiano de derrocar a Mussolini. Al mando del Mariscal de Campo Pietro Badoglio, el ejército italiano aprovechó el vacío político para derrocar al régimen fascista y reemplazarlo con una dictadura militar. El 8 de septiembre, justamente antes del desembarco de las fuerzas anglo-estadounidenses en Salerno, cerca de Nápoles, el gobierno de Badoglio se rindió incondicionalmente ante los aliados. Las tropas alemanas destacamentadas en Italia tomaron el control del norte de ese país y siguieron resistiendo. Mussolini, que había sido arrestado por las autoridades militares italianas, fue rescatado por comandos de las SS en septiembre y estableció (bajo supervisión alemana) un régimen títere neofascista en el norte de Italia.

Los Aliados desembarcaron con éxito cerca de Anzio, justamente al sur de Roma, pero no pudieron capturar esa ciudad hasta principios de junio de 1944. Las tropas alemanas continuaron ocupando el norte de Italia y resistieron tenazmente hasta que se rindieron el 2 de mayo de 1945. Después de la liberación de Roma, las fuerzas aéreas aliadas lograron bombardear blancos alemanes en Europa oriental, como las plantas de combustible sintético y goma de Auschwitz-Monowitz en Silesia.

El Día D

Día D - Fotografía
El 6 de junio de 1944 (el Día D), más de 150.000 soldados aliados desembarcaron en las costas de Normandía en Francia. Después de estar atrapados en la costa de Normandía durante seis semanas, los británicos y los estadounidenses lograron romper el cerco el 25 de julio y liberaron París el 25 de agosto. El 11 de septiembre de 1944, las primeras tropas estadounidenses cruzaron hacia Alemania. Para diciembre, toda Francia, la mayor parte de Bélgica y parte del sur de Los Países Bajos habían sido liberados.

Avances soviéticos

El 22 de junio de 1944, las fuerzas soviéticas destruyeron el centro del grupo de ejércitos alemanes en el este de Bielorrusia. Para el 1° de agosto de 1944, avanzaban rápidamente hacia el oeste hasta el río Vístula, frente a Varsovia. A principios de agosto, las tropas soviéticas que ya habían conquistado la provincia rumana de Besarabia en el este de Rumania, aparecieron en el río Prut y se prepararon para atacar el corazón de Rumania, con lo que precipitaron la rendición de ese país el 23 de agosto. Los búlgaros se rindieron el 8 de septiembre de 1944. Estos acontecimientos obligaron a los alemanes a evacuar Grecia, Albania y el sur de Yugoslavia.

Alemania había ocupado Hungría el 19 de marzo de 1944 para impedir los esfuerzos del gobierno húngaro por buscar la paz por separado. Entonces, en octubre, Alemania había patrocinado un golpe de estado del extremista Partido de la Cruz Flechada para evitar otro esfuerzo húngaro por rendirse.

Finalmente, con la aparición de las tropas soviéticas en la frontera de Finlandia, los finlandeses hicieron un llamado al armisticio el 12 de septiembre de 1944.

En agosto de 1944, el clandestino Ejército Nacional de Polonia y las organizaciones de la resistencia nacional eslovaca se alzaron contra los alemanes para liberar Varsovia y Eslovaquia del dominio alemán; los alemanes lograron reprimir ambos levantamientos.

La derrota de Alemania

El 16 de diciembre de 1944, los alemanes lanzaron un infructuoso contraataque en Bélgica y el norte de Francia, conocido como la Batalla de las Ardenas. Para el día de año nuevo, las tropas británicas y estadounidenses habían obligado a los alemanes a replegarse a Alemania. El 12 de enero de 1945, los soviéticos reanudaron la ofensiva, liberando Varsovia y el oeste de Polonia. En diciembre, los soviéticos habían rodeado Budapest, aunque la ciudad no cayó hasta el 13 de febrero de 1945. Para comienzos de abril, los soviéticos habían expulsado los remanentes del régimen de la Cruz Flechada de Hungría y habían forzado la rendición de la República Eslovaca fascista con la caída de Bratislava, el 4 de abril de 1945. El 13 de abril, los soviéticos capturaron Viena, mientras que los partisanos del mariscal Josip Tito forzaban la huida de los líderes de la Ustasha y el colapso del llamado Estado Independiente de Croacia.

A mediados de febrero de 1945, los aliados bombardearon Dresden y mataron a unos 35.000 civiles alemanes. Las tropas estadounidenses cruzaron el río Rin en Remagen el 7 de marzo de 1945. El 16 de abril de 1945, una última ofensiva soviética permitió que esas fuerzas rodearan Berlín. El 30 de abril de 1945, mientras las tropas soviéticas avanzaban peleando hacia la Cancillería del Reich, Hitler se suicidó. El 7 de mayo de 1945, Alemania se rindió incondicionalmente ante los aliados occidentales en Reims y el 9 de mayo ante los soviéticos en Berlín.

La derrota de Japón

Después de expulsar a los japoneses de las Islas Salomón en noviembre de 1942, las fuerzas británicas y estadounidenses comenzaron a moverse lentamente hacia el norte, brincando de isla en isla hacia Japón, mientras las fuerzas británicas trabajaban con el gobierno nacionalista Chino para luchar contra los japoneses en China. En una campaña paralela, el movimiento comunista chino luchaba contra los japoneses mientras se defendía de los ataques de los nacionalistas. En octubre de 1944, las tropas estadounidenses desembarcaron en las Filipinas. Para mayo de 1945, las tropas británicas y estadounidenses habían conquistado Okinawa, la última base japonesa importante antes del mismo Japón.

El 6 de agosto de 1945, Estados Unidos lanzó la primera bomba atómica en Hiroshima y posteriormente, el 9 de agosto, lanzó una segunda bomba atómica en Nagasaki. El 8 de agosto, la Unión Soviética le declaró la guerra a Japón e invadió el territorio de Manchuria que estaba ocupado por ese país.

Menos de una semana más tarde, el 14 de agosto de 1945, Japón aceptó rendirse; la ceremonia formal tuvo lugar el 2 de septiembre. La Segunda Guerra Mundial había terminado.

Las muertes de la Segunda Guerra Mundial

Como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial, se calcula que murieron 55 millones de personas en todo el mundo. Aunque muchas de las siguientes estadísticas están sujetas a variaciones en el material de donde provienen, sirven como referencia para hacer cálculos. En batalla, Estados Unidos tuvo 292.129 bajas y 139.709 desaparecidos en acción. La Unión Soviética tuvo 8.668.400 bajas y otros 4.559.000 desaparecidos. Alemania tuvo 2.049.872 bajas y 1.902.704 desaparecidos. China tuvo 1.324.516 bajas y 115.248 desaparecidos. Japón tuvo 1.506.000 bajas y 810.000 desaparecidos. Gran Bretaña tuvo 397.762 bajas y 90.188 desaparecidos.

La enorme cantidad de civiles muertos fue igualmente terrible. La Unión Soviética perdió 14.012.000 civiles; estas cifras incluyen entre un millón y un millón y medio de judíos. China perdió más de un millón de civiles, mientras que Polonia perdió casi cinco millones, entre los que había tres millones de judíos.

jueves, 2 de febrero de 2023

Fascismo y Guerra Civil Española

 


El fascismo en Alemania e Italia

Italia experimentó un cambio de tendencia con el fascismo tras la Primera Guerra Mundial, y Benito Mussolini llegó al gobierno como dictador. Un poco más tarde, Alemania bajo Hitler, tomó el mismo camino.

El fascismo fue una nueva forma de gobierno, iniciada por Mussolini, que promovía el nacionalismo extremo y la unidad nacional; Hizo hincapié en la masculinidad, la juventud, la agresión y la violencia; la superioridad racial; un líder supremo con habilidades sobrehumanas; el rechazo de los derechos individuales; el uso de la policía secreta, la censura y la propaganda; una política exterior militarista y agresiva; estricto control central de la economía; y el control de los intereses de los individuos que quedaban sujetos a las necesidades de la sociedad en su conjunto.

El régimen fascista italiano

El fascismo nace en Italia, quien a pesar de ser uno de los países vencedores de la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles, no repartió los territorios ecuánimemente siendo el Reino Unido y Francia los principales beneficiados. Italia que había visto sus campos arrasados, su industria destruida, su población mermada, su economía en crisis y mucha miseria, se sintió humillada.

Nacen las primeras protestas, los obreros y sindicatos organizaron huelgas masivas en las ciudades y en los campos. Estas huelgas provocaron el temor de los patrones, que temían que se repitiera la misma experiencia que la vivida en Rusia. Frente al temor de una revolución éstos decidieron apoyar al Partido Fascista fundado por Benito Mussolini, quien con un ideal imperialista, prometía recuperar la gloria del Imperio Romano, a la vez que acabaría con los comunistas y socialistas.

Con el apoyo de las clases pudientes y por lo tanto del gran capital italiano, Mussolini alcanzó el poder, proclamando el Estado Fascista que no fue más que una dura dictadura en la que sólo había un partido y sólo había un líder, Mussolini.

El establecimiento del liberalismo en Italia, por temor a una revolución socialista, inspirado en las ideas de la revolución rusa, elevó entonces al pequeño Partido Nacional Fascista, dirigido por Benito Mussolini.

Después de varios años de esfuerzo, en octubre de 1922 los fascistas intentaron un golpe de estado (la marcha sobre Roma); las fuerzas fascistas eran mucho menores, pero el rey ordenó al ejército no interferir, formó una alianza con Mussolini y convenció al partido liberal para que apoyara un gobierno dirigido por los fascistas.

En los años siguientes, Mussolini (que llegó a ser conocido como Il Duce) eliminó todos los partidos políticos, incluyendo el liberal y redujo las libertades personales con el pretexto de prevenir una revolución.

El crecimiento del fascismo y Hitler en Alemania

Mussolini

A principios de 1930, Alemania no estaba lejos de una guerra civil. Tropas paramilitares, pertenecientes a diferentes partidos, tenían a los votantes intimidados y sembraban la violencia y el odio en el pueblo que sufría por la desocupación masiva y la pobreza.

Mientras tanto, los elitistas en posiciones de influencia, asustados por el surgimiento de grupos antigubernamentales se enfrentaron entre sí y exploraron la autoridad de emergencia, que consistía en la Constitución de Weimar para gobernar de manera no democrática por decreto presidencial.

Después de una serie de gabineteas sin éxito, el 29 de enero de 1933, el presidente von Hindenburg, ya con pocas alternativas y empujado por sus asesores eligió a Adolf Hitler como canciller de Alemania. El 27 de febrero, el Reichstag estaba en llamas. Los derechos básicos se habían anulado en virtud de un decreto de emergencia. Una ley habilitante dio al gobierno de Hitler pleno poder legislativo.

Se estableció un estado totalitario centralizado, ya no sobre la base de las leyes democráticas, una política que Hitler había dibujado en su biografía Mein Kampf. El nuevo régimen convirtió a Alemania en una nación de unpartido único, por lo que los partidos de oposición fueron declarados ilegales y reprimidas las ideas diferentes del pueblo. Los instrumentos para ello fueron las organizaciones SA y las SS, así como la policía de seguridad de nueva creación, la Gestapo. La industria estaba estrechamente regulada con cuotas y requisitos, para cambiar la economía a una basada en la producción de guerra.

Mapa de Alemania en 1938

Proyectos de obras públicas masivas y una extenso déficit del estado, ayudaron a hacer la alta tasa de desempleo significativamente más baja. Esto y los grandes programas de bienestar fueron los principales factores que mantuvieron el apoyo de la gente incluso cuando la guerra ya estaba en marcha. En 1936, las tropas alemanas entraron en la Renania desmilitarizada en un intento de reconstruir la autoestima nacional.

Envalentonado, Hitler siguió a partir de 1938 una política de expansionismo para establecer la Gran Alemania, que era una sola nación alemana, empezando por la unificación con Austria (llamado Anschluss) y la anexión de los Sudetes (integración de las minorías germánicas) en la montañosa región de Checoslovaquia.

El primer ministro británico se dio cuenta de que su política de apaciguamiento con Alemania estaba siendo explotada por la misma Alemania. Para evitar una guerra en dos frentes, Hitler concluyó el Pacto Molotov-Ribbentrop, un tratado de no agresión con la Unión Soviética.

La Guerra Civil Española 1936-1939

Mural del Guernica

En 1923, un golpe de Estado dirigido por el general Miguel Primo de Rivera, formó un nuevo gobierno en alianza con el rey Alfonso XIII Borbón. En 1930, la oposición al gobierno de derecha de Primo de Rivera llevó a su renuncia.

Los españoles querían la democracia y el socialismo, Alfonso fue apeado del gobierno en 1931 y fue proclamada una república. En 1936, el Frente Popular de izquierda fue elegido para el parlamento y tomó el control del gobierno. Las acciones anticlericales de izquierdistas y sus ataques directos a las iglesias y monasterios católicos enfureció a los conservadores españoles.

Los activistas políticos de derecha e izquierda se enfrentaron en las calles. En julio de 1936, la rebelión estalló en gran parte del ejército. Recibió el apoyo de las fuerzas conservadoras de todos los matices de la sociedad y comenzó la lucha.

La nación se dividió en dos facciones. Los republicanos o legalistas, que eran: comunistas, socialistas, anarquistas y liberales, y que recibió algún apoyo internacional, así como una importante ayuda financiera y militar de Stalin. Los nacionales que eran: monárquicos, católicos extremistas, terratenientes, el ejército, miembros del Partido Falange y los tradicionalistas; recibieron una gran ayuda directa de Italia y Alemania.

En 1936, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos firmaron un pacto de no intervención en relación con la guerra civil.

En 1937, la ciudad de Guernica, una ciudad civil fue atacada y bombardeada por la aviación alemana. En 1939 los nacionales tomaron Barcelona y Madrid y el general Francisco Franco anunció el fin de la guerra civil.

De 1939 a 1975 gobernó en España como dictador el general Francisco Franco, vencedor en la Guerra Civil.

Los nuevos Tigres Asiaticos