Italia experimentó un cambio de tendencia con el fascismo tras la Primera Guerra Mundial, y Benito Mussolini llegó al gobierno como dictador. Un poco más tarde, Alemania bajo Hitler, tomó el mismo camino.
El fascismo fue una nueva forma de gobierno, iniciada por Mussolini, que promovía el nacionalismo extremo y la unidad nacional; Hizo hincapié en la masculinidad, la juventud, la agresión y la violencia; la superioridad racial; un líder supremo con habilidades sobrehumanas; el rechazo de los derechos individuales; el uso de la policía secreta, la censura y la propaganda; una política exterior militarista y agresiva; estricto control central de la economía; y el control de los intereses de los individuos que quedaban sujetos a las necesidades de la sociedad en su conjunto.
El régimen fascista italiano
El fascismo nace en Italia, quien a pesar de ser uno de los países vencedores de la Primera Guerra Mundial, el Tratado de Versalles, no repartió los territorios ecuánimemente siendo el Reino Unido y Francia los principales beneficiados. Italia que había visto sus campos arrasados, su industria destruida, su población mermada, su economía en crisis y mucha miseria, se sintió humillada.
Nacen las primeras protestas, los obreros y sindicatos organizaron huelgas masivas en las ciudades y en los campos. Estas huelgas provocaron el temor de los patrones, que temían que se repitiera la misma experiencia que la vivida en Rusia. Frente al temor de una revolución éstos decidieron apoyar al Partido Fascista fundado por Benito Mussolini, quien con un ideal imperialista, prometía recuperar la gloria del Imperio Romano, a la vez que acabaría con los comunistas y socialistas.
Con el apoyo de las clases pudientes y por lo tanto del gran capital italiano, Mussolini alcanzó el poder, proclamando el Estado Fascista que no fue más que una dura dictadura en la que sólo había un partido y sólo había un líder, Mussolini.
El establecimiento del liberalismo en Italia, por temor a una revolución socialista, inspirado en las ideas de la revolución rusa, elevó entonces al pequeño Partido Nacional Fascista, dirigido por Benito Mussolini.
Después de varios años de esfuerzo, en octubre de 1922 los fascistas intentaron un golpe de estado (la marcha sobre Roma); las fuerzas fascistas eran mucho menores, pero el rey ordenó al ejército no interferir, formó una alianza con Mussolini y convenció al partido liberal para que apoyara un gobierno dirigido por los fascistas.
En los años siguientes, Mussolini (que llegó a ser conocido como Il Duce) eliminó todos los partidos políticos, incluyendo el liberal y redujo las libertades personales con el pretexto de prevenir una revolución.
El crecimiento del fascismo y Hitler en Alemania
A principios de 1930, Alemania no estaba lejos de una guerra civil. Tropas paramilitares, pertenecientes a diferentes partidos, tenían a los votantes intimidados y sembraban la violencia y el odio en el pueblo que sufría por la desocupación masiva y la pobreza.
Mientras tanto, los elitistas en posiciones de influencia, asustados por el surgimiento de grupos antigubernamentales se enfrentaron entre sí y exploraron la autoridad de emergencia, que consistía en la Constitución de Weimar para gobernar de manera no democrática por decreto presidencial.
Después de una serie de gabineteas sin éxito, el 29 de enero de 1933, el presidente von Hindenburg, ya con pocas alternativas y empujado por sus asesores eligió a Adolf Hitler como canciller de Alemania. El 27 de febrero, el Reichstag estaba en llamas. Los derechos básicos se habían anulado en virtud de un decreto de emergencia. Una ley habilitante dio al gobierno de Hitler pleno poder legislativo.
Se estableció un estado totalitario centralizado, ya no sobre la base de las leyes democráticas, una política que Hitler había dibujado en su biografía Mein Kampf. El nuevo régimen convirtió a Alemania en una nación de unpartido único, por lo que los partidos de oposición fueron declarados ilegales y reprimidas las ideas diferentes del pueblo. Los instrumentos para ello fueron las organizaciones SA y las SS, así como la policía de seguridad de nueva creación, la Gestapo. La industria estaba estrechamente regulada con cuotas y requisitos, para cambiar la economía a una basada en la producción de guerra.
Proyectos de obras públicas masivas y una extenso déficit del estado, ayudaron a hacer la alta tasa de desempleo significativamente más baja. Esto y los grandes programas de bienestar fueron los principales factores que mantuvieron el apoyo de la gente incluso cuando la guerra ya estaba en marcha. En 1936, las tropas alemanas entraron en la Renania desmilitarizada en un intento de reconstruir la autoestima nacional.
Envalentonado, Hitler siguió a partir de 1938 una política de expansionismo para establecer la Gran Alemania, que era una sola nación alemana, empezando por la unificación con Austria (llamado Anschluss) y la anexión de los Sudetes (integración de las minorías germánicas) en la montañosa región de Checoslovaquia.
El primer ministro británico se dio cuenta de que su política de apaciguamiento con Alemania estaba siendo explotada por la misma Alemania. Para evitar una guerra en dos frentes, Hitler concluyó el Pacto Molotov-Ribbentrop, un tratado de no agresión con la Unión Soviética.
La Guerra Civil Española 1936-1939
En 1923, un golpe de Estado dirigido por el general Miguel Primo de Rivera, formó un nuevo gobierno en alianza con el rey Alfonso XIII Borbón. En 1930, la oposición al gobierno de derecha de Primo de Rivera llevó a su renuncia.
Los españoles querían la democracia y el socialismo, Alfonso fue apeado del gobierno en 1931 y fue proclamada una república. En 1936, el Frente Popular de izquierda fue elegido para el parlamento y tomó el control del gobierno. Las acciones anticlericales de izquierdistas y sus ataques directos a las iglesias y monasterios católicos enfureció a los conservadores españoles.
Los activistas políticos de derecha e izquierda se enfrentaron en las calles. En julio de 1936, la rebelión estalló en gran parte del ejército. Recibió el apoyo de las fuerzas conservadoras de todos los matices de la sociedad y comenzó la lucha.
La nación se dividió en dos facciones. Los republicanos o legalistas, que eran: comunistas, socialistas, anarquistas y liberales, y que recibió algún apoyo internacional, así como una importante ayuda financiera y militar de Stalin. Los nacionales que eran: monárquicos, católicos extremistas, terratenientes, el ejército, miembros del Partido Falange y los tradicionalistas; recibieron una gran ayuda directa de Italia y Alemania.
En 1936, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos firmaron un pacto de no intervención en relación con la guerra civil.
En 1937, la ciudad de Guernica, una ciudad civil fue atacada y bombardeada por la aviación alemana. En 1939 los nacionales tomaron Barcelona y Madrid y el general Francisco Franco anunció el fin de la guerra civil.
De 1939 a 1975 gobernó en España como dictador el general Francisco Franco, vencedor en la Guerra Civil.
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